Es sorprendente el debate acerca de la música, etiquetarla (saben que eso me choca :p ), criticarla, señalar a los «artistas», en fin… pero después de ver este tipo de cosas y de ver la reacción no solo de la gente del público, sino llevarlo a la vida real, me dan más argumentos para sostener lo que siempre he dicho: «La música no alaba a Dios, lo que hay dentro del interprete es lo que lo hace»
¿Se dieron cuenta?, si, estaba haciendo «playback», cuando Dios tiene un propósito… las «limitantes» sobran, solo basta un corazón dispuesto.
¿Cómo está tu corazón?